lunes, 6 de junio de 2011

LA SALLE

SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE

Juan Bautista La Salle (Jean-Baptiste de La Salle) nace en el seno de una familia acomodada de juristas, hijo primogénito de Louis de la Salle y de Nicolle de Moet de Brouillet.

A pesar de que su padre le había preparado una carrera jurídica, Jean descubre su vocación religiosa, y el 7 de enero de 1667 se convierte en canónigo en la ciudad de Reims, comienza a estudiar teología en Paris a partir de 1670, es ordenado como cura el 9 de Abril de 1678, para finalmente recibir el título de doctor en teología en el año de 1680.

Sin embargo, un año antes de recibir el titulo Jean ya había fundado una escuela gratuita para los pobres y en 1681 aloja en su casa a varios enseñantes pobres, para, después renunciar a sus votos en el año 1683 y un año después fundar la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, Y así comenzar a abrir escuelas profesionales, escuelas dominicales y hogares de educación para los jóvenes que vivían en la calle.

También en 1684 funda en Reims la que la mayoría considera la primera escuela de San Juan Bautista de La Salle introdujo dos innovaciones que revolucionaron la pedagogía en Francia: la lección no impartida individualmente sino en una clase y enseñar a leer en francés, no en latín.

Fue un pionero en la fundación de Escuelas de formación de Maestros Rurales (Escuelas Normales), Escuelas especiales para jóvenes con condenas judiciales, escuelas técnicas y escuelas secundarias para lenguas modernas, letras y ciencias.

Juan Bautista de la Salle escribió un buen número de obras escolares y espirituales.

Entre las Primeras destaca La Guía de Escuelas Cristianas, uno de los mejores libros de pedagogía del siglo XVII y el que se hizo dominante en las escuelas francesas de varones hasta nuestro siglo.

Fue Beatificado en 1888 y canonizado el 24 de Mayo de 1900 por el Papa León XIII. Su festividad se celebra en 7 de Abril. En 1937 sus restos fueron trasladados a Roma. El 15 de Mayo de 1950, el Papa Pío XII lo nombro patrón de los maestros.

viernes, 3 de junio de 2011

La obra escrita de San Juan Bautista de La Salle

1. Proceso de composición
Es imposible fechar con exactitud cada uno de los escritos de San Juan Bautista de La Salle.
Con todo se puede colegir, con cierta exactitud, la fecha en que cada obra fue compuesta. Además La Salle compuso sus obras respondiendo a necesidades concretas de las Escuelas o del Instituto de los Hermanos. Y muchas de ellas no tuvieron una redacción seguida y definitiva, sino un proceso, según el carácter y la finalidad propia de cada una.
Algunos de sus escritos se remontan necesariamente, en su origen, a los primeros años de las Escuelas y de la comunidad de maestros. Al cabo de cierto tiempo las observaciones, notas y sugerencias fueron tomando cuerpo, en un itinerario que para algunas de estas obras fue de años. Tal es el caso de la Guía de las Escuelas, que se ve, por el contenido mismo, que tuvo que gestarse cuando se organizaron las primeras escuelas y se comenzó a enseñar según unos niveles y con cierto estilo de disciplina y de trabajo. Es también el caso de las Reglas comunes, que fueron objeto de discusiones y de práctica comunitaria antes de ponerse por escrito su texto definitivo. Es el caso también de la Colección de varios trataditos, que se fue engrosando con nuevos temas en las diversas ediciones, y que antes de editarse tuvo que circular, muy probablemente, en copias manuscritas.

2. Respuesta a las necesidades de cada momento

Así, cada una de las obras tuvo su proceso propio, diferente del de las otras. Pero hay una característica común: que todas se centran en la Escuela o en el Hermano. Cuando en la vida cotidiana se advertía una necesidad, La Salle y los Hermanos trataban de solucionarla.
Pueden servir de ejemplo los carteles para aprender las letras y las sílabas en francés, antes de pasar a la lectura corrida; como no existían, puesto que hasta entonces se aprendía a leer en latín, ellos mismos los compusieron. Y en los modelos que conocemos, vemos que hay un progreso en el orden de las sílabas, entre los primeros conocidos y los posteriores. Otro ejemplo es la colección de cánticos para la escuela, o el librito de Ejercicios de Piedad para las Escuelas Cristianas.
Algo parecido vemos en el ámbito de la comunidad de Hermanos. Cuando era necesario establecer un Reglamento, y puesto que la comunidad era distinta de las que hasta entonces existían, se consultaban Reglamentos y Reglas de otros, y se elaboraba el propio.
Cuando los Hermanos necesitaban unos textos concisos que les recordaran el valor de su estado y las obligaciones que en él tenían, se espigaba en escritos ya existentes, y a partir de ellos se componían los propios. Es el caso de la Colección; o el de las Meditaciones: cuando los Hermanos necesitan temas de meditación que les faciliten su oración mental, La Salle responde a la necesidad escribiendo las Meditaciones; primero las del Tiempo del Retiro, posteriormente las de los Domingos y las de las Fiestas del año.

Volviendo a la escuela, tenemos otros ejemplos. Cuando se necesitó un texto que permitiera a los alumnos aventajados leer la letra gótica, que correspondía a su nivel en la escuela, y siendo difícil encontrar libros adecuados a los niños, el mismo Juan Bautista, –probablemente con el asesoramiento de algunos Hermanos– elaboró el texto de las Reglas de la Cortesía y Urbanidad Cristianas, y lo hizo imprimir en letra gótica. Así, además de permitir la lectura en la escuela, formaba a los niños según las normas de la buena educación.

Cuando los Hermanos necesitaron para sus lecciones de Catecismo unos textos que les permitieran seguir un orden de exposición, sin olvidar nada importante, surgen los Compendios de los Deberes.
Y cuando se necesitó un libro que permitiera a los Hermanos comprender ellos mismos, para luego poderlo explicarlos, cada uno de estos Deberes, La Salle, doctor en Teología, lo compuso, para que sirviera tanto a los Hermanos como a otras personas que quisieran aprender la doctrina cristiana. Fueron los libros de los Deberes del cristiano para con Dios.
Y así ocurre con cada una de las obras escritas por La Salle.

jueves, 2 de junio de 2011

EMPEZAMOS EL 2011 - RETOMAMOS NUESTRO BLOG

¡Oh glorioso San Juan Bautista de La Salle, apóstol de la niñez y de la juventud, sed desde lo alto del cielo nuestro guía y protector. Interceded por nosotros, asistidnos, para que preservados de toda mancha de error y de corrupción, permanezcamos fieles a Jesucristo y a la cabeza infalible de la Iglesia, el Sumo Pontífice. Haced que, ejercitándonos en las virtudes en que fuisteis tan admirable ejemplar, merezcamos ser participantes de la gloria que ahora gozáis en la patria celestial.

viernes, 30 de abril de 2010

FELIZ CUMPLEAÑOS


SAN JUAN BAUTISTA NACIO EL 30 DE ABRIL DE 1651. FELICIDADES A NUESTRO PATRONO EDUCADOR, EL PADRE DE LAS ESCUELAS CRISTIANAS DE LOS HERMANOS DE LA SALLE

La espiritualidad de los Hermanos se caracteriza por su espíritu de fe que consiste en ver, juzgar, amar y obrar siempre a la luz del Evangelio; es decir, de la vida y doctrina de Jesucristo.


martes, 30 de marzo de 2010

SI SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE VIVIERA HOY

Si San Juan Bautista de la Salle viviera hoy aquí en la tierra abriría los ojos aterrado al ver que la educación se ha secularizado, o sea se ha organizado como si Dios no existiera y sólo se preocupa por hacer de los seres humanos unos animalitos muy buen amaestrados, pero sin fe, sin mirar a la eternidad ni importarle nada la salvación del alma. Porque para él, lo imprescindible, lo que constituía su obsesión, era obtener la salvación del alma de los educandos y hacerlos crecer en la fe. Si no hubiera sido por estos dos fines, él no habría emprendido ninguna obra especial, porque esto era lo que en verdad le interesaba y le llamaba la atención: hacer que los educandos amaran y obedecieran a Dios y consiguieran llegar al reino eterno del cielo.

Juan Bautista había estudiado en el famoso seminario de San Suplicio en París y allí recibió una formidable formación que le sirvió para toda su vida. Fue ordenado sacerdote y por su posición social y sus hermosas cualidades parecía destinado para altos cargos eclesiásticos, cuando de pronto al morir su director espiritual lo dejó como encargado de una obra para niños pobres que el santo sacerdote había fundado: una escuela para niños y un orfelinato para niñas pobres, dirigido por unas hermanitas llamadas de El Niño Jesús. Allí en esa obra lo esperaba la Divina Providencia para encaminarlo hacia la gran obra que le tenía destinada: ser el reformador de la educación.

La Salle le dio un viraje de 180 grados a los antiguos métodos de educación. Antes se enseñaba a cada niño por aparte. Ahora La Salle los reúne por grupos para darles clases (en la actualidad eso parece tan natural, pero en aquel tiempo era una novedad). Antiguamente se educaba con base en gritos y golpes. El padre Juan Bautista reemplazaba el sistema del terror por el método del amor y de la convicción. Y los resultados fueron maravillosos. La gente se quedaba admirada al ver cómo mejoraba totalmente la juventud al ser educada con los métodos de nuestro santo.

No les enseñaba solamente cosas teóricas y abstractas, sino sobre todo aquellos conocimientos prácticos que más les iban a ser de utilidad en la vida diaria. Y todo con base en la religión y la amabilidad.

La Salle empezó a reunir a sus profesores para instruirlos en el arte de educar y para formarlos fervorosamente en la vida religiosa. Y con los más entusiastas fundó la Comunidad de Hermanos de las Escuelas Cristianas que hoy son unos 15,000 en más de mil colegios en todo el mundo. Y siguen siendo una autoridad mundial en pedagogía, en el arte de educar a la juventud. El éxito de los Hermanos Cristianos fue inmenso desde el principio de su congregación, y ya en vida del santo abrieron colegios en muchas ciudades y en varias naciones. Un 15 de agosto los consagró San Juan Bautista a la Santísima Virgen y han permanecido fervorosos propagadores de la devoción a la Madre de Dios.

Al principio algunos le fallaron porque el santo era tan bondadoso que no podía imaginar mala voluntad en ninguno de sus discípulos. Para él todo el mundo era bueno, y por mucho que lo hubieran ofendido estaba siempre dispuesto a perdonar y a volver a recibir al que había faltado. Y tuvo la prueba dolorosísima de ver que algunos lo engañaron y se dejaron contagiar por el espíritu del mundo. Pero luego sus asesores lo convencieron para que no aceptara a ciertos sujetos no confiables y que expulsara a algunos que se habían vuelto indignos. Y el santo aceptando con toda humildad y mansedumbre los buenos consejos recibidos procedió a purificar muy a tiempo su congregación.

Siendo de familia muy rica, repartió todos sus bienes entre los pobres y se dedicó a vivir como un verdadero pobre. Los últimos años cuando renunció a ser Superior General de su Congregación, pedía permiso al superior hasta para hacer los más pequeños gastos. Los viajes aunque a veces muy largos, los hacía casi siempre a pie, y pidiendo limosna para alimentarse por el camino, durmiendo en casitas pobrísimas, llenas de plagas y de incomodidades.

Una vez pasó todos los tres meses del crudísimo invierno, en una habitación sin calefacción y con ventanas llenas de rendijas y con varios grados bajo cero. Esto le trajo un terrible reumatismo que durante todo el resto de su vida le produjo tremendos dolores y las anticuadas curaciones que le hicieron para ese mal lo torturaron todavía mucho más.

En su juventud, por ser de familia muy adinerada, había gozado de una alimentación refinada y muy sabrosa. Cuando se dedicó a vivir la pobreza de una comunidad fervorosa y en la cual, los alimentos eran rudos y desagradables, tenía que aguantar muchas horas sin comer, para que su estómago fuera capaz de recibirle esos alimentos tan burdos.

Su sotana y su manto eran tan pobres y descoloridos, que un pobre no se los hubiera aceptado como limosna. Su humildad era tan grande que se creía indigno de ser el superior de la comunidad. Estaba siempre dispuesto a dejar su alto puesto y alguna vez que por calumnias dispuso la autoridad superior quitarlo de ese cargo, él aceptó inmediatamente. Pero todos los Hermanos firmaron un memorial anunciando que no aceptaban por el momento a ningún otro como superior sino al Santo Fundador y tuvo que aceptar el seguir con el superiorato.

No se cansaba de recomendar con sus palabras y sus buenos ejemplos, a sus religiosos y amigos que la preocupación número uno del educador debe ser siempre el tratar de que los educandos crezcan en el amor a Dios y en la caridad hacia el prójimo, y que cada maestro debe esforzarse con toda su alma por tratar de que los jovencitos conserven su inocencia si no la han perdido o que recuperen su amistad con Dios por medio de la conversión y de un inmenso horror al pecado y a todo lo que pueda hacer daño a la santidad y a todo lo que se oponga a la eterna salvación.

domingo, 28 de marzo de 2010

REINICIANDO NUESTRO BLOG



ES EL MOMENTO DE REINICIAR NUESTRO BLOG ACERCA DE NUESTRO SANTO QUERIDOY QUÉ MEJOR PROYECTANDO ESTE VIDEO PARA NIÑOS ACERCA DE LA VIDA DE NUESTRO SANTO FUNDADOR.


¡VIVA JESÚS EN NUESTROS CORAZONES!

POR SIEMPRE

martes, 17 de noviembre de 2009

VIRGEN DE LA ESTRELLA


El día 8 de mayo es la fiesta de la "Virgen de la Estrella", patrona del Instituto de los Hermanos de La Salle. Entre los lasalianos es de todos conocida, pero es posible que haya quienes no la conozcan por la sencilla razón de que esta devoción y patronazgo son relativamente recientes en el tiempo y no vienen de tiempos del Santo Fundador. Para ayudar en el conocimiento de esta advocación y en el crecimiento de su devoción, os dejo con una breve reseña explicativa sacada de Internet.


Nuestra Señora de la Estrella

Se dice que unos monjes que caminaban descubrieron un hermoso lugar desde donde podía verse el océano Atlántico.

Uno de ellos para descansar, se acomodó en una barca de la playa, mientras el otro se puso a dormir en la tierra. A la mañana siguiente el mar había arrastrado la barca y los vientos dirigieron al monje hasta Inglaterra. Su compañero Fray Roger, entristecido por no haber encontrado al compañero, invocó la ayuda de María.

Dormido tuvo una visión: una estrella caía del cielo con estruendo y quemaba el bosque, y una voz, la de María, le pedía que en aquel lugar construyera un santuario en su honor. Y levantó una pequeña choza con el propósito de cumplir la orden del cielo.

Por las cercanías se corrió la voz de la visión que tuvo el monje para cumplir la petición del cielo. Poco a poco se fue construyendo una abadía. Ahora es sede de una gran Escuela de formación agrícola dirigida por los Hermanos de La Salle.

Este santuario estaba a cargo de la Congregación de hermanos religiosos llamados Hermanos de la Misericordia. En 1938 estos hermanos eran muy pocos y como no tenían muchas vocaciones, pidieron ser incorporados al Instituto de La Salle, lo que obtuvieron. Y así recibimos la misión de custodiar el santuario mariano y difundir su devoción por todo el mundo.

Nuestra Señora de la Estrella se halla en Montebourg, en el extremo occidental de Francia.

En 1955 el Hermano Dionisio de Jesús, Vicario General, proclamó a Nuestra Señora de la Estrella, Reina y Madre de las Escuelas Cristianas.