lunes, 20 de abril de 2009

CAMBIO DE PLANES

Algunos acontecimientos familiares cambiarían los planes del fundador. Su madre fallecía a los 36 años y al año siguiente moriría su padre con 47 años. Fué una de las épocas más dolorosas de su vida. Tenía 20 años, tuvo que abandonar a sus amigos que hizo en el seminario de San Sulpicio de París y volver a casa, a hacerse cargo de sus hermanos y hermanas.

Su padre tuvo el cuidado de dejarle todos los asuntos legales completamente arreglados: cuidado de sus hermanos y de gestionar sus propiedades. Así a los 21 años era el cabeza de familia y a la vez se preparaba para el sacerdocio. Recordemos que la ley francesa de aquellos tiempos, la adultez o mayoría de edad se tomaba a partir de los 25 años. Es decir San Juan Baustita de la Salle era menor de edad cuando le sobrevino todo esto.

Recibió mucha ayuda de sus abuelos para gestionar la sustanciosa herencia de sus padres. Su hermana pequeña dejó el hogar para ingresar a un convento de monjas. Sus abuelos se encargaron del cuidado de su hermana mayor y su hermano menor. Así que él, teniendo la potestad del cuidado de sus hermanos, sólo tuvo a su cargo a tres.

De todas maneras sentiría el santo un orgullo por ellos, ya que dos se hicieron sacerdotes y uno fue un marido y padre ejemplar.

Como en toda familia se tuvo tragedias, muy aparte de la pérdida de sus padres. Su hermana pequeña que se fué de monja fallecía a los 25 años y su hermano menor que estaba al cuidado de sus abuelos tuvieron que trasladarlo a un centro psiquíatrico de aquel tiempo para que sea tratado.

La vida no era fácil. Gestionar su herencia y cuidar de sus hermanos le impedía continuar con sus estudios en la universidad. Tenía que encontrar un equilibrio...