martes, 19 de mayo de 2009

TERCERA PARTE

Adrian Nyel, por su misma forma de ser tiene que partir a seguir creando escuelas, lamentablemente no es la persona idónea quien sembra, mas no cosecha. La paz interior de San Juan Bautista de la Salle, pone de manifiesto el sentir de nunca cerrar las puertas de esta escuela, todavía menos que el no las abrió.
Tiene que tomar una opción, la de los pobres, para que junto a sus maestros llegue igualdades y apasigue su ser. Su familia no lo entiende, si dos hermanos, vende sus bienes, sus riquezas para contribuir con la obra.
En ese espacio de oración, un solo corazón, Dios y San Juan Bautista de la Salle, manifiesta el pedido del Santísimo en formar una Asociación de maestros para la enseñanza de los niños pobres.
Son los inicios de esta gran obra.