martes, 5 de mayo de 2009

QUE DECIA EL SANTO CON EL CASTIGO FISICO Y SOBRE LA EXPULSIÓN DE LOS ALUMNOS



En la carta enviada al Hermano Clemente el 26 de julio de 1706, El Santo le hace reflexión al Hermano por no estar actuando adecuadamente.




1 No me ha consolado, carísimo Hermano, verle restablecido del reumatismo que padecía. Sea, le ruego, muy prudente y confórmese en todo con la voluntad de Dios, y ello, particularmente, con la sumisión no sólo externa, sino interior.



2 Guárdese de pegar a los alumnos con la mano, pues ya sabe que esto lo prohíben las reglas.



3 Me alegro mucho de que tenga Vd. un buen confesor que le da consejos muy atinados. Procure beneficiarse de él mientras le tiene a su disposición.



4 Es punto de mucha importancia para Vd., si aspira a ser hombre espiritual, mortificar bien el espíritu y las miradas. Es casi imposible que progrese notablemente en virtud sin esas dos clases de mortificación.



5 Dispóngase a hacerse indiferente en todo lo que mira a la obediencia. Es una de las cosas que más gracias le alcanzará de Dios.



6 Buena práctica es leer a menudo las regias para poder cumplirlas con toda fidelidad. Ya sabe Vd. que la observancia de ellas causará su santificación.



7 Tener la mirada fija en Dios durante los ejercicios espirituales será lo que más le ayude a hacerlos con perfección. Dios no exige sólo lo externo de nuestras obras; quiere que se hagan con disposiciones espirituales.



8 Atienda a un solo defecto a la vez en el examen particular, y durante varios días seguidos.



9 Si sabe Vd. qué medio puedo yo emplear para impedir que las escuelas de nuestros Hermanos se cierren, tendré mucho gusto en conocerlo, pues hay que proceder de modo que se mantengan.



10 Me parece que deben despedirse los escolares que no sean asiduos y que llegan tarde, pues constituye verdadero desorden en las escuelas tolerar cualquiera de esas dos cosas.


11 Llegadas las vacaciones, veremos lo que será posible hacer por Vd. respecto de un Director. Mientras tanto, trate de conducirse lo mejor posible en lo relativo a su conciencia.


12 No debe Vd. conformarse con sus Hermanos en cuanto a las comidas; a no ser que se halle completamente restablecido.


Todo suyo, en Nuestro Señor, carísimo Hermano.
De La Salle.