El Santo ya tomó la decisión, los hermanos que no pueden creer en él, se marchan, vende sus bienes y se las entrega a los pobres, este acto es reconocido por muchos, especialmente por sus maestros.
La pobreza de cada día, observada en
Pagar para educarse es un privilegio de los que pueden hacerlo, el aprender es un derecho de todos.
Adoptar un hábito, hermanos, hermanos de las Escuelas Cristianas, se hará voto, un voto de pobreza, obediencia y celibato.
Algunos no podrán aceptarlo, se rendirán y se irán.