lunes, 4 de mayo de 2009

MISIÓN EDUCATIVA LASALLISTA

DECLARACIÓN DE MISIÓN

El fin de este Instituto es procurar educación humana y cristiana a los jóvenes, especialmente a los pobres, según el ministerio que la Iglesia le confía.

(Regla de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, Articulo 3)

Nuestro Fundador, San Juan Bautista de La Salle renovó la escuela para hacerla accesible a los pobres y para ofrecerla a todos como signo del Reino y medio de salvación.


La escuela cristiana, que siempre debe renovarse, es el instrumento privilegiado de la actividad de los Hermanos. El Instituto se abre también a otras formas de enseñanza y educación adaptadas a las necesidades de la época y de los países.


San Juan Bautista de La Salle, atento por inspiración de Dios al desamparo humano y espiritual de «los hijos de los artesanos y de los pobres» se consagró a la formación de maestros de escuela enteramente dedicados a la instrucción y educación cristiana. Reunió a esos maestros en comunidad, y fundó luego con ellos el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.


Fieles a la llamada del Espíritu y al carisma de su Fundador, los Hermanos se consagran a Dios para cumplir, asociados, el ministerio apostólico de la educación.


Nuestro 43º Capítulo General, realizado en Roma durante la primavera del 2000, planteó el tema de la misión de nuestro Instituto, hoy, insistiendo en sus tres aspectos más importantes:

1. Servicio educativo de los pobres.
2. Evangelización... «Es Dios tan bueno que, una vez creados por Él los hombres, desea que todos lleguen al conocimiento de la verdad... y vosotros habéis sido elegidos por Él para ayudarle en este ministerio, anunciando a estos niños la Buena Nueva y las verdades contenidas en ella...» (Med 193).
3. Urgencias educativas: El Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, como tantas organizaciones y personas hoy, tiene una clara y evidente conciencia de la importancia de la educación de los niños, jóvenes y adultos de este siglo que comienza. Por tanto para este nuevo milenio donde se vive en un mundo globalizado de la tercera revolución industrial, de tecnologías informáticas, telemáticas, entre otros, amplía el mundo de la exclusión, la insolidaridad, la violencia, la inhumana explotación, la inequitativa distribución de recursos que amenazan el bienestar y estabilidad de la humanidad. La Educación Lasallista ofrece construir y crecer en órden de vida, en afinidad al camino de nuestra propia historia personal y colectiva, que da sentido a una cultura humana, por tanto contribuye en la formación de sociedades más justas y ordenadas, que promueva la transformación cualitativa que requiere toda una Nación.


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